Reír oxigena

LA RISA: 12 litros de aire en lugar de 6

El poder curativo de la risa se intuye y se conoce desde hace mucho tiempo. Ya en el siglo XIII, un cirujano llamado Henri Mondeville, sugirió que la risa podía ser utilizada como un medio para recuperarse más rápido de una operación. En el sigo XVI, el médico Richard Mulcaster aseguraba que la risa era un excelente ejercicio para promover la salud; y en el siglo XIX encontramos el testimonio del profesor Gottlieb Hufeland, quien asegura que la risa es un magnifico favorecedor de la digestión. 

William Fry, profesor de la Universidad de Stanford y autor de más de cien publicaciones sobre el humor afirma: “Cuando nos reímos de verdad, los pulmones pueden llegar a inspirar hasta doce litros de aire, en lugar de los seis habituales; fortalecemos el corazón, facilitamos la digestión al hacer vibrar los intestinos y mejoramos el estreñimiento y la apetencia sexual, así como reducimos la hipertensión aumentando el riego sanguíneo.”

El humor: “El sexto sentido”

Que los sentidos del cuerpo humano son cinco lo aprendemos en los primeros años del colegio; la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto nos permiten interactuar con los estímulos del entorno. El mundo nos llega a través de los sentidos, y sin ellos “la realidad” no tendría ninguna razón de ser.

Cuando un estímulo activa nuestro sentido del humor, nos invade una emoción positiva que va acompañada de una respuesta motora: la risa. Algunos datos parecen indicar que cuando nos reímos nuestro organismo libera endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, gracias a las cuales eliminamos el dolor y aceleramos la recuperación del organismo. Las endorfinas son sustancias que libera el cerebro en respuesta a diversas situaciones negativas. Son analgésicos naturales que actúan reduciendo el dolor y generando sensaciones placenteras.

Basándose en el potencial poder curativo de la risa y en sus múltiples beneficios, se ha desarrollado una técnica que ha tenido especial aceptación social: la risoterapia.

La Terapia de la Risa

Es una técnica terapéutica de grupo sin otro fin que reír a mandíbula batiente. La risa es contagiosa, de manera que reír en grupo resulta relativamente sencillo. La risoterapia no se basa en sonrisas, ni si quiera en carcajadas normales; se trata de reír con todo el cuerpo. Se combina la expresión corporal, la música y la danza con ejercicios de respiración y masajes para conseguir una risa natural, sana, que salga del vientre y aporte al cuerpo ejercicio físico y mental. Las sesiones parten de un cuerpo relajado, libre de tensiones musculares y preocupaciones. El objetivo fundamental es que la gente aprenda a reírse cuando quiera, sin necesidad de tener un estimulo externo que provoque la risa.

¿Recordáis la película Patch Adams en la que el fantástico Robin Wiiams da vida a un doctor?

El título de la película se corresponde con el nombre del doctor americano Hunter Patch Adams quien se hizo mundialmente famoso a finales de los años noventa gracias a ésta película. Este médico revolucionó a toda la comunidad médica, hace ya décadas con su forma de entender la relación con sus pacientes.

Su idea de la práctica clínica está basada en la generosidad, el amor, el afecto y la risa.

En 1971, fundó el Instituto Gesundheit, donde atiende gratuitamente a centenares de personas, convencido de que un ambiente lúdico y alegre, totalmente opuesto al entorno frío y aséptico de los hospitales convencionales, es el mejor modo de motivar a los pacientes a luchar por su curación.

Tocado por la varita mágica de Hollywood, Adams comenzó a recibir innumerables muestras de apoyo y cientos de donaciones económicas que le permitieron ampliar y mejorar si institución.

En la actualidad recorre el mundo, solicitado por decenas de hospitales y centros médicos para contar su experiencia y su forma de entender la medicina.

Autora: MARÍA RIVERA DE LA PLAZA

Transforma Emociones con Respiración y Risa

Se sabe que la respiración es la única función del cuerpo que puede modificarse a voluntad. La risa es también un proceso corporal, y una forma de respiración, que también podemos utilizar de forma voluntaria.

En esta idea se basa el Yoga de la Risa, en utilizar estas posibilidades de nuestro organismo, a voluntad, y con la intención de favorecer nuestro bienestar.

Nuestro cuerpo es muy sabio, y en ocasiones nos pide bostezar, suspirar, estirarnos … todas estas expresiones de nuestra respiración son una forma de liberación de tensiones, de energía acumulada, de recuperación, de llenarse de nueva energía renovada.

Con las técnicas que se utilizan en los talleres de Risa Terapeutica, influenciamos en nuestras emociones a través la respiración y la risa.

Podemos reconocer fácilmente la relación existente entre las emociones y los procesos respiratorios. Los ejemplos más claros son que estando nerviosos la respiración es rápida, agitada, entre cortada, en la parte alta, etc, y cuando estamos tranquilos y relajados es lenta, calmada, amplia, en todo el cuerpo, etc.

En las sesiones de Yoga de la Risa combinamos ejercicios riendo con practicas Yoguicas de respiración consciente. Al ejercitar la risa, también estamos ampliando nuestra capacidad pulmonar. Si pensamos en cómo es la respiración después de una buena carcajada nos daremos cuenta de que esta conectada con la calma y la tranquilidad y además sentiremos estas sensaciones en el cuerpo y en la mente.

Por lo tanto en una sola sesión de Yoga de la Risa, entraremos con unas emociones y saldremos con otras muy distintas. Además si acudimos regularmente, e incorporamos las ideas y las prácticas a nuestra vida cotidiana, podremos apreciar notablemente algunos cambios como mayor calma, paz y quietud ante las circunstancias de cada día, mayor alegría, energía, optimismo y positividad, más ganas de vivir, más entusiasmo, mayor creatividad, ….

Y es que el Yoga de la Risa es una herramienta muy práctica, gracias a su sencillez es fácilmente aplicable, tanto a la cotidianidad de cada uno como a diversas áreas profesionales.

Sin embargo es importante recordar que para que cualquier conocimiento se haga práctico es imprescindible, practicar.

Natividad Martín Fernández