Canalización desde los Registros Akashicos realizada por Natividad Martín de la Pelicula «Stardust»
En este relato se comparte las revelaciones que he recibido a cerca de una de mis películas favoritas, se trata del filme: “Stardust”, te recomiendo que previamente veas la película, que actualmente puedes encontrar en Netflix, si vas a seguir con la lectura, si aún no la has visto y decides leerlo igualmente no pasará nada. Obtendrás Luz, Amor y Verdad en las palabras que se expresan a continuación y tal vez más cuando veas la película.
Es una película muy bella en todos los sentidos y que tiene muchos mensajes de corazón para corazones.
Nos habla del deseo y la necesidad de atravesar muros y de las dificultades y bloqueos que con ánimo de protegernos tratan de impedirnos que crucemos el muro de nuestros miedos, limitaciones, conceptos, creencias ….
Una vez que atravesamos nuestros propios muros, encontramos un mundo mágico, misterioso, sorprendente, donde lo que nos parecía imposible se torna posible.
Cuando no podemos cruzar nuestros propios muros de un modo, siempre podemos encontrar otros modos de hacerlo. Para ello nuestro joven protagonista dispone de una “vela de Babilonia” que al encenderla y pensar a dónde quiere ir se traslada allí inmediatamente. No es más que la vela de nuestra imaginación, de nuestra capacidad de visualización, de nuestra conciencia.
Nos muestra que muchas veces los contratiempos, las equivocaciones, que no son más que aparentes, acaban siendo la pequeña chispa que necesitamos para transitar un camino hacia nosotros mismos, lo que se torna en la gran aventura de nuestra vida, una aventura que jamás hubiéramos soñado vivir. Una aventura no exenta de pruebas y dificultades, en la que siempre encontraremos guías que nos aporten luz, confianza y determinación para continuar.
Nos enseña que una persona no es a lo que se dedica, que la ocupación que uno desempeña no es más que circunstancial y que no nos define y que no hemos de permitir que nos defina y que nadie nos defina por ello.
Finalmente nos muestra que todos somos reyes, soberanos de nuestra propia vida y que cuando nos reconocemos a nosotros mismos recuperamos nuestro poder y nuestro reino interior.
El protagonista inicia una andadura motivado con la idea de conquistar a la joven que ama, lo que aún no sabe es que no es más que el comienzo hacia su verdadero amor, y hacia si mismo.
Habla de Amor, de encontrar el amor enamorándose, ya no de otro sino de uno mismo y como el amor hacia uno mismo se comparte.
El protagonista es un joven que encuentra sin pretenderlo, una estrella, que no es más que su propia luz, una luz que en principio se muestra temerosa, desvalida, que finalmente se da cuenta, reconoce quien es y lo que puede hacer siendo quien es, y desde esa luz autentica y genuina de Ser quién es, se salva a sí misma y a su amado.
Una vez que iniciamos el viaje hacia nosotros mismos, ya no hay posibilidad de retorno, ya nada es igual, y lo que creíamos ser se convierte en polvo para siempre.
En la película el corazón de una estrella tiene la capacidad de otorgar la vida eterna. Una posibilidad que algunos buscan desesperadamente y otros encuentran inesperadamente cuando la estrella está dispuesta a entregar su amor incondicionalmente sin esperar nada a cambio, solo saberse amada.
Se descubre así que la belleza y la juventud son un estado interior que se refleja y expresa en lo exterior.
“Las estrellas cuando sufrimos, no brillamos”
Cuanto más brillante sea el corazón de la estrella más valor y poder tiene. Esto se logra a través de elogios, cuidados, atenciones, …. Sanando el sufrimiento y sacando a la luz, la Luz interior.
Finalmente la propia estrella descubre que puede darse todo eso a sí misma, recuperando así su propio poder y su propia luz y con ello iluminarse a sí misma y al mundo.
La película muestra que la Luz siempre triunfa, pues solo la luz existe. Y todo lo que parece oscuridad se disuelve y se desvanece ante la Luz eterna del Amor.
El Amor no puede contenerse en objetos, simplemente puede sentirse, compartirse y expresarse y en esa simpleza del Amor esta su fuerza, su fortaleza y su poder.
El verdadero poder está en el propio interior y que cuando así se reconoce, es cuando se reclama y ocupamos verdaderamente nuestro trono y nuestro reino interior.
Podemos hacer uso de poderes que no son nuestros, sin embargo eso siempre acaba volviéndose en nuestra contra. En cambio cuando hacemos uso de nuestro propio poder, Luz y Amor, siempre se torna a favor nuestro y de todo el reino.
Nos hace saber que solamente estamos bajo el influjo de nuestros propios encantamientos y que solamente nosotros mismos podemos liberarnos de ellos.
Todos nuestros miedos y limitaciones se desvanecen ante la luz de nuestro propio Amor.